El sonido de armónicos de los gongs genera frecuencias que alteran las ondas cerebrales, hay que tener en cuenta que los gongs producen tonos vivientes que no solo son percibidos por los oídos, sino por todo el cuerpo, desde el físico hasta los más sutiles pero realmente, la vibración del sonido permanece en el cuerpo y mente y puede durar horas, días, semanas o incluso más.